La naturaleza
En su conjunto la naturaleza viviente es una manifestación de Fuerzas inteligentes, de Seres inteligentes de distintos grados de evolución que viven en plena armonía, comunicación y unión. Todos ellos tienen un objetivo superior que nosotros llamamos Dios, es decir lo ilimitado y sin principio en lo cual todo tiene su existencia, se mueve y se desarrolla.
Está claro que cuando decimos Naturaleza viviente no nos referimos a lo mismo que sobreentienden los biólogos contemporáneos. Para nosotros la Naturaleza es algo grandioso, no sólo por su construcción, sino también por aquella inteligencia y suprema sensatez que ésta manifiesta. (3, pag. 78)
La Naturaleza no tolera en absoluto la monotonía y la repetición. Le gusta la diversidad en un grado progresivo y ascendiente. Y es por eso que cuando la gente quiere reducirlo todo en la Vida a una monotonía mecánica está creando un mal. Cuando se crea según las leyes de la diversidad y la armonía, igual que lo está haciendo la Naturaleza, la gente está creando un bien. (3, pag. 80)
La Naturaleza lo engloba todo en su aura. Este aura es un aura limpio, puro, razonable y noble. La Naturaleza Viviente lo ha depositado todo en el hombre y en cada momento le asiste para desarrollar aquellos gérmenes que han sido sembrados en su alma. Como una madre cuidadosa la Naturaleza mantiene despierta la conciencia del hombre en cada momento dirigiendo su atención, de distintos modos y formas, a lo que ocurre a su alrededor. (3, pag. 81)
Las plantas, los animales, el hombre, el Sol, las estrellas, todo esto forma un conjunto, un organismo, dentro del cual opera un Espíritu grandioso. (1, 1019)
Si cada día no obtenéis algo de la naturaleza, habéis desaprovechado los días. Cultivando lo que habéis recibido de la naturaleza adquiriréis poder. Después de haber recibido algo, el hombre debe dar algo de si mismo. Debe haber un intercambio. (1,1330)
La luz y el agua son una misma materia en dos estados diferentes. Si se condensara la materia de la luz, esta última se convertiría en agua. Si se diluyera la materia del agua se obtendría la materia de la luz. (1, 1198)
No creáis que sólo la fusión del hidrógeno con el oxigeno produce agua. Existe un agua diferente del que hay en la Tierra que se compone de iones en vez de átomos. Yo la llamo agua iónica. El agua iónica se convierte en agua atómica. El agua no es sólo materia, una mezcla de hidrógeno y oxigeno, sino que posee una gran inteligencia y sensatez. En el futuro los estudiosos descubrirán una de las grandes propiedades del agua a través de la cual los hombres podrán curarse. (1, 1076)
Debéis prestar atención a lo que Dios ha creado: el aire, el agua, las rocas, los árboles, las flores. Los árboles hablan tan bajito que solo un santo, un adepto puede oír su voz. Amad a las flores. Cada hombre se parece a una flor. (1, 849)
La mariposa es un ángel con su aeroplano. Debemos respetar y venerar a los animales , ellos descienden de una alta jerarquía. Los animales llegaron antes que el hombre, son más viejos. Ellos vinieron a ayudar al hombre. Cuando hablamos de las plantas, de los animales nos referimos a lo que Dios creo en el principio. (1, 965)
Incluso lo mas pequeño que te de la naturaleza debes ponerlo a trabajar, igual que lo grande. El hombre debe estar en armonía con la naturaleza, tanto mental, como espiritualmente. (1, 1526)
La naturaleza Viviente tiene su propio lenguaje y si un hombre quiere comprenderla bien debe procurar aprender su lenguaje. La Naturaleza siempre utiliza las imágenes, siempre habla con cuadros y símbolos. Su lenguaje no es como el lenguaje de la gente de hoy en día: ideas disecadas, formulas lógicas del intelecto analítico. Su lenguaje es vivo, pintoresco, simbólico, lenguaje de la gran y hermosa diversidad. (3, pag.80)
El color negro representa la ley de tomar correctamente, mientras que el blanco la ley de recibir correctamente. El color blanco dice: “Todo lo que Dios me ha dado yo lo reparto. También vosotros debéis hacer lo mismo.” En cambio el color negro dice: “Todo lo que Dios me ha dado yo lo retengo. También vosotros debéis hacer lo mismo.” Todo lo que Dios os hay dado para vosotros debéis retenerlo, mientras que todo lo que Dios os haya dado par que lo repartáis, debéis repartirlo. El color blanco habla de la generosidad, de abundancia. En el acto de tomar, es decir, del color negro, el hombre debe ser más inteligente que en el acto de dar porque en el acto de recibir hay algo peligroso. El color negro es color del descanso y concentración; después de haber trabajado todo el día, hace falta que uno descanse un poco, que se concentre en sí mismo, que no de nada a fuera. El color negro no es un color malo. (1, 1107)
Las montañas contienen aquellas fuerzas que sostienen lo noble, lo elevado que hay en el alma del hombre. Las montañas son las receptores de la mejor parte de la luz solar que se deposita allí desde hace millones de años. Las montañas contienen enormes cantidades de energía. Son depósitos de las energías Divinas. (1, 1117)
A la naturaleza no le gusta derrochar, sino gastar lo mínimo. Un pensamiento para un día, pero que sea un buen pensamiento. Debéis cultivar vuestro cerebro. Cuando hablamos de carácter nos referimos a la educación del cerebro humano. Hay tres cosas que se deben educar en el hombre: el cerebro, los pulmones y el sistema digestivo. (1, 1399)
Las flores alimentan lo bello y lo elevado en el hombre. Si os falta fe, cultivad una flor azul, el color azul alimenta la fe. Si queréis hablar a los niños del bien, llevadle a ver un manzano lleno de fruta y habladle sobre aquel manzano. (1, 823)
De modo que nosotros llamamos a lo manifestado Naturaleza Inteligente y Viviente. Por lo contrario a aquello que todavía no se ha manifestado lo llamamos alma conceptual de la Existencia. Lo conceptual, lo eterno, lo sagrado, lo no manifestado: esto es Dios, el gran Principio de la Vida. Este principio está relacionado con lo manifestado. Es por eso que algunos llaman a la Naturaleza cuerpo de Dios. Pero esto es tan sólo una imagen. Pero hay muchos que se emocionan tanto que llegan a defender que la Naturaleza y Dios son la misma cosa. Pero si la Naturaleza y Dios fuesen una misma cosa esto significaría que Dios es un ser limitado. Hay una cosa que sabemos con seguridad y es que la Naturaleza es lo manifestado, mientras que Dios es lo no manifestado, lo ilimitado que se manifiesta siempre y nunca llega a manifestarse por completo. (3, pag.79)
Bibliografía:
1.Beinsá Dunó, Sagradas palabras del Maestro, Tomo 2, Sofía 1994
2.Beinsá Dunó, Sagradas palabras del Maestro, Tomo 3, Sofía 1994
3.El Maestro habla (red. G. Rádev), Sofía 2005, (Editorial Byálo Brátstvo)